La historia
de la astronomía es el relato de las observaciones, descubrimientos y
conocimientos adquiridos a lo largo de la historia en materia astronómica. La
astronomía surge desde que la humanidad dejó de ser nómada y se empezó a
convertir en sedentaria; luego de formar civilizaciones o comunidades empezó su
interés por los astros. Desde tiempos inmemorables se ha interesado en los
mismos, estos han mostrado ciclos constantes e inmutabilidad durante el corto
periodo de la vida del ser humano lo que fue una herramienta útil para
determinar los periodos de abundancia para la caza y la recolección o de
aquellos como el invierno en que se requería de una preparación para sobrevivir
a los cambios climáticos adversos.
La
inmutabilidad del cielo, está alterada por cambios reales que el hombre en sus
observaciones y conocimiento primitivo no podía explicar, de allí nació la idea
de que en el firmamento habitaban poderosos seres que influían en los destinos
de las comunidades y que poseían comportamientos humanos y por tanto requerían
de adoración para recibir sus favores o al menos evitar o mitigar sus castigos.
Este componente religioso estuvo estrechamente relacionado al estudio de los
astros durante siglos hasta cuando los avances científicos y tecnológicos
fueron aclarando mucho de los fenómenos que en un principio no eran
comprendidos. Esta separación no ocurrió pacíficamente y muchos de los antiguos
astrónomos fueron perseguidos y juzgados al proponer una nueva organización del
universo. Actualmente estos factores religiosos superviven en la vida moderna
como supersticiones.
Uno de los
primeros en realizar un trabajo astronómico-científico fue Aristarco de Samos
(310–230 a. C.) quien calculó las distancias que separan a la Tierra de la Luna
y del Sol, y además propuso un modelo heliocéntrico del Sistema Solar en el
que, como su nombre lo indica, el Sol es el centro del universo, y alrededor
del cual giran todos los otros astros, incluyendo la Tierra. Este modelo,
imperfecto en su momento, pero que hoy sabemos se acerca mucho a lo que hoy
consideramos como correcto, no fue acogido debido a que chocaba con las
observaciones cotidianas y la percepción de la Tierra como centro de la
creación. Este modelo heliocéntrico está descripto en la obra el Arenario de
Arquímedes (287–212 a. C.).
Fue Ptolomeo
quien se dio a la tarea de buscar una solución para que el sistema geocéntrico
pudiera ser compatible con todas estas observaciones.
En el
sistema ptolemaico la tierra es el centro del universo y la luna, el sol, los
planetas y las estrellas fijas se encuentran en esferas de cristal girando
alrededor de ella; para explicar el movimiento diferente de los planetas ideó
un particular sistema en el cual la Tierra no estaba en el centro exacto y los
planetas giraban en un epiciclo alrededor de un punto ubicado en la
circunferencia de su órbita o esfera principal (conocida como 'Deferente').
Sistema ptolemaico.
Los epiciclos habían sido una idea original de Apolonio de
Pérgamo (262–190 a. C.) y mejorada por Hiparco de Nicea (190–120 a. C.). Como
el planeta gira alrededor de su epiciclo mientras el centro de éste se mueve
simultáneamente sobre la esfera de su deferente, se logra, por la combinación
de ambos movimientos, que el planeta se mueva en el sentido de las estrellas
'fijas' (aunque con cierto pequeño retraso diario) y que, en ocasiones,
revierta este movimiento (de retraso) y parezca (por cierto período de tiempo)
adelantarse a las estrellas fijas, y con esto se logra explicar el movimiento
retrógrado de los planetas respecto de las estrellas (ver figura a la derecha).
El esquema ptolemaico, con todo y sus complicados epiciclos y deferentes, fue
aceptado por muchos siglos por variadas razones pero, principalmente, por darle
a la raza humana una supremacía y un lugar privilegiado o 'central' en el
universo.
Epiciclos de Ptolomeo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_astronom%C3%ADa
Muchos años de observación sentaron las bases científicas de
la Astronomía con explicaciones más aproximadas sobre el Universo. Sin embargo,
las creencias egocentristas, apoyadas por los grupos religiosos y políticos con
claros intereses de dominación, impusieron durante muchos siglos un sistema
erróneo, impidiendo además el análisis y estudio de otras teorías.
La evolución y difusión de las teorías científicas han
llevado a la definitiva separación entre la superstición (astrología) y la
ciencia (Astronomía). Esta evolución no ha sido pacífica, muchos de los
primeros astrónomos "científicos" fueron perseguidos y juzgados.
Desde hace poco más de cuatro siglos la humanidad se ha
"adentrado en el Cosmos" mediante diversos tipos de instrumentos, ópticos
primero, electrónicos después, digitales ahora. En los últimos tiempos hemos
fabricado máquinas que, con o sin tripulantes humanos, nuestras naves viajan
por el espacio más cercano, llevando incluso mensajes para alguna (de momento,
hipotética) civilización extraterrestre.
http://www.astromia.com/historia/
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